Descripción
208 páginas. Nueva edición ilustrada con 61 fotografías del autor. Ampliada con un preámbulo editorial y textos de Osa Johnson. Primera Edición argentina, revisada, ampliada e ilustrada. ünica autorizada para los países de habla castellana. Título original inglés: Safari. Traducción: Juan Gutiérrez Gili. Martín Elmer Johnson nació en Rockford, estado de Illinois, en octubre de 1884. En su primera juventud recorrió el estado de Kansas como fotógrafo ambulante. Antes de cumplir los veinte años había viajado a Liverpool, trabajando a bordo de un barco de ganado, y había pasado varios meses en diversos países europeos ganándose la vida en oficios improvisados. En 1908, como tripulante del Snark de Jack London, hizo un crucero de un año y medio por los mares del Sur. De regreso a sus lares administró dos teatros pequeños de Independence, Kansas. Osa Helen Leighty, nació en Chanute, estado de Kansas, en el año 1894. Apenas contaba con dieciseis años cuando, con sus compañeras de colegio, asistió accidentalmente a una conferencia que daba Martín Johnson, «el intrépido joven viajero, de la vecina ciudad de Independence», y cuyo tema era el viaje con Jack London. La casualidad hizo que poco después, Martín Johnson se enterara de que en la ciudad de Chanute una joven tenía fama de poseer una deliciosa voz y se apresuró a tomar el tren para asegurarse una figura del canto para su teatro. Esa joven era Osa Leighty. El noviazgo fue vertiginoso: el 15 de mayo de 1910 se casaron, y empezó al mismo tiempo la gran aventura que sólo concluiría en 1937, con la muerte de Martín. Martín Johnson había nacido «con los pies andariegos». Al poco tiempo de casado, el deseo de viajar renació con mayor fuerza que nunca. Con gran satisfacción Martín descubrió que su esposa, que jamás se había alejado de su ciudad natal más de unos cuantos kilómetros, poseía un natural entusiasmo por la aventura. La decisión fue rápida y ambos jóvenes, armados de audacia y tenacidad, empezaron a recorrer el mundo con la cámara fumadora. Viajaron a las islas de los mares del Sud en 1912 y allí filmaron películas entre «salvajes incrustados de suciedad», antropófagos, y un sinnúmero de peligros y dificultades. Hicieron después una visita de un año a Australia, y en 1917 partieron hacia Borneo donde, durante dos años estuvieron filmando una película que Martín resolvió presentar «como un estudio auténtico de hombres animales y medio».




