Descripción
94 páginas. Colección Historia y Arqueología. Ilustrado en b/n. Tiahunco. Las líneas de Nazca. Vilcabamba. El mapa de Piri Reis. Este año se editarán en todo el mundo alrededor de 400.000 libros. Más de mil cada día. Este es uno de ellos. Estoy consciente que esta obra, ya por el solo hecho apuntado arriba, no ha de revolucionar la manera de pensar del hombre. Pero sí ha de abrirle nuevas perspectivas a aquellos espíritus inquietos que se interesan por los grandes misterios de nuestro continente, muchos de los cuales están aguardando un análisis, una explicación, un comentario equidistante. Es que no podemos asignarle a los habitantes primitivos de América, o para el caso de cualquier otra parte del mundo, conocimientos superiores a los de los hombres de ciencia actuales. Porque si ello fuera cierto, los indios nazca, si sus rayas trazadas a diestras y siniestras en la Pampa Colorada realmente constituyen el calendario astronómico más grande de la Tierra, tendrían que haber sabido más de las ciencias celestes que el hombre que maneja el telescopio del Monte Palomar. ¿Puede admitirse semejante anacronismo? El libro trata de poner las cosas en su lugar y de hallar una réplica mesurada y sensata a esta y otras preguntas. Puesto que como periodista estoy menos expuesto a las críticas de los investigadores, puedo arriesgar algo más que los especialistas al interpretar las cosas a mi manera. Pero entonces, sí, este libro es en cierto modo revolucionario. Una vez más se hace extensa la lista de quienes me ayudaron con sus consejos. Para no cansar prefiero consignar nada más que cinco nombres. Por un lado deseo agradecer las informaciones, fotografías y dibujos que puso a mi disposición Enrique León Brunner, uno de los tres integrantes del equipo argentino Punta de Lanza” que buceó en el Titicaca. Por otro




