Descripción
108 páginas. Ejemplar con dedicatoria firmada por el autor. No fue un mero afán literario, y ni siquiera el deseo de dejar un frío testimonio de su aventura como maestro patagónico, lo que movió al autor de este libro a contar sus experiencias de aquellos lejanos años de juventud, cuando tuvo que hacerse cargo de la Escuela n’ 15 de la Colonia Cushamen (Chubut), como director y único maestro de la misma. Desde el momento en que llegó a la escuela, desde que se vio obligado a afrontar su aislamiento, su miseria, su atraso —que eran el aislamiento, la miseria y el atraso de la población—, creyó que aquello debía ser conocido por todo el país, como modo de encontrar, en alguna parte, un camino de solución. Las narraciones que integran este libro, escritas en un estilo directo, con autenticidad, con amor, con sensibilidad ante el sufrimiento ajeno, con verdadera pasión y responsabilidad profesionales y hasta con indignación e ira ante la impotencia por no poder remediar la situación en que se encontraban —y se encuentran aún— todas las “pobres escuelas de la desolada extensión patagónica”, fueron vividas por el autor desde la primera hasta la última, y vivas han salido de su pluma al hilvanarlas en el recuerdo. Esta sinceridad unida a las notables dotes de narrador del autor convierten este libro en un auténtico documento. Julián I. Ripa nació en Santa Rosa (La Pampa). A los diecinueve años, recién recibido de maestro, fue destinado a la Colonia Cushamen (Chubut). Durante los siete años que vivió en esa región, cursó, con carácter de libre, la carrera de abogado. Obtenido el título, debió renunciar a su cargo de docente para ejercer la profesión. Se trasladó entonces a Esquel y durante los treinta y seis años siguientes siguió estrechamente ligado a los indígenas, a sus problemas, a sus dolores, a sus miserias. Espera poder dar a conocer, algún día, sus recuerdos de abogado patagónico.




