En las selvas vírgenes del Brasil

Tapie, P. Marie H.

Detalles del ejemplar

Editorial
Joaquín Gil Editor, Buenos Aires
Año de publicación
1957
Encuadernación
Cartoné
Estado
Usado - Muy bueno

$20.000

En las selvas vírgenes del Brasil | Tapie, P. Marie H. | Joaquín Gil Editor | 508429

Hay existencias

Descripción

224 páginas. Título del original en francés: Chevauchées a travers déserts et forets vierges du Bresil inconnu. Traducción por José Bouso García. Nueva edición con 36 fotografías y un mapa. Revisada y ampliada con notas y textos ilustrativos por Joaquín Gil. Este relato de un viaje largo y peligroso a través del Brasil desconocido, ofrecerá ocasión para hablar de los «pieles rojas». Lo que vamos a explicar en las páginas que siguen, quizá no dé razón a algunas ideas preconcebidas y a lo que se ve en las novelas y en los cines. Lejos está de nuestro ánimo, sin embargo, censurar lo que escribieron otros viajeros y exploradores. Nos limitaremos a contar lo que vieron nuestros ojos y aquello de que fuimos testigos y actores a veces. Gracias a los Padres Dominicanos franceses de la provincia de Tolosa, misioneros en el Brasil, hemos podido ver a los «pieles rojas» a quienes evangelizan. Les visitamos en sus aldeas, acampamos con ellos a campo raso, durmiendo a su lado, en el suelo, en el límite de las selvas vírgenes misteriosas o en las orillas de los grandes ríos. Hemos visto a esos «pieles rojas» tales como son en la actualidad, sin otro vestido que los rayos del sol, sin noción ninguna de nuestra civilización y ciencia, no sabiendo contar ni hasta veinte. Son, sin embargo, inteligentes y susceptibles de cultura intelectual y moral. Se creen, sin embargo, superiores a nosotros, por la sencilla razón de que, entre ellos, en la inmensidad de esas regiones tan lejanas y desiertas, jamás nos necesitan para nada y, en cambio, nosotros tenemos que recurrir de continuo a su fuerza o a su habilidad. Si hay que atravesar, por ejemplo, un gran río a nado o en un tronco de árbol mal vaciado, evitando a un tiempo los remolinos y los escollos y los enormes cocodrilos que andan en busca de presa, los «pieles rojas» se burlan del peligro. Su fuerza y su destreza les prestarán mejores servicios que los que podría hacernos nuestra ciencia matemática. Si se nos agotan las provisiones en el desierto o en la selva, allí donde toda nuestra literatura nos dejaría morir de hambre, el «piel roja» encontrará fácilmente frutos, raíces, tortugas, caza, y, en último extremo, monos que le bastarán para alimentarse. Un día, a orillas del incomparable Araguaya, un «piel roja» miraba como procurábamos pescar unos pececillos. De pronto penetra en el agua, dispara una flecha, se chapuza y saca triunfalmente a la orilla un magnífico pescado amarillo y azul, que pesaba unas veinte libras, y nos dijo: —Vosotros atrapáis a los peces que son bastante torpes para dejarse pescar; yo escojo siempre el mejor, el mayor, y no se me escapa. A esos hombres que no tienen morada fija, ni vestidos, que viven de la caza y la pesca, vayan ustedes a decirles que no nos son superiores… Algunas peripecias de estas Hojas de ruta quizá parezcan muy extraordinarias, hasta inverosímiles. Afirmamos que son exactamente veraces. No hemos querido «hacer literatura», sino solamente fotografía. ¡Ojalá puedan estas páginas instruir e interesar a los lectores, y puedan también hacer amar esta misión francesa en el Brasil!

Información adicional

Peso 0,25 kg
Dimensiones 24 × 16 × 3 cm