Descripción
95 páginas. Primera edición. Dedicado por el autor. Xilografías con tacos originales de Ventura Valente y Carlos Enrique Urquía. Dibujos de Juan Carlos Benítez, Antonio Oliva y Naúm Goijman. La cimbra es la continuación de Amistad en las islas y de perfección, en cuanto a lo poético, de los elementos formales. Urquía cree que el único elemento de que dispone el poeta es la palabra: la poesía es el arte a través de las palabras, o el arte de las palabras; y el poeta es el único hombre que en el mundo se aboca a esta empresa. Los otros elementos, como la anécdota, y junto a ella lo social y filosófico, pueden viajar en la poesía, pero no son la poesía. Si trazáramos un esquema ideal hacia la poesía pura —esquema que Urquía trata de convertir en empírico, puesto que va en pos de ella— esos valores que el poeta considera extrapoéticos tendrían que ir cayendo, descartándose, en el proceso creativo. Del enfrentamiento, del choque, de la mezcla de las palabras debe surgir la poesía. En La cimbra no son los temas isleños lo que se busca ser exaltado. Por ej., el caracol, el ceibo y los elementos centrales de otros poemas, no son representativos. Más aún, el poeta cree firmemente que no representan, ni quieren que representen fielmente al caracol o al ceibo desde el punto de vista de la descripción; ellos prestan su vivencia al poeta para que él procure inventar” su ceibo




