Descripción
35 páginas. Colección Amida. Ilustrado en b/n. El sable desempeña un papel muy importante y muy singular en el arte japonés, no sólo por su valor estético, sino principalmente por su simbolismo religioso y social. Entre las piezas que lo componen, la de mayor interés artístico es, quizá, la guarda —tsuba, en japonés— por cuanto en ella, mediante una artesanía altamente imaginativa y de rara perfección técnica, se encuentran sintetizados rango, linaje y espíritu de los nobles portadores, los samurai. Motivos heráldicos del Japón feudal alternan con símbolos tan típicos como la flor de cerezo o de ciruelo, el vuelo de los pájaros, los destellos del sol, el oleaje del mar, brotes de bambú, la luna entre nubes, juncos en el viento, etc., llegándose inclusive a representar escenas de la vida guerrera o famosos poemas. No es de extrañar que estas sugestivas imágenes de hierro calado o cincelado se hayan convertido, en nuestro tiempo, en objetos apreciados por los coleccionistas de arte oriental en todo el mundo. Dos conocidos coleccionistas porteños nos han facilitado gentilmente piezas de sus colecciones, entre las cuales hemos elegido para su reproducción en el presente volumen, las que nos parecían de mayor interés desde un punto de vista puramente estético, es decir, considerándolas como pequeñas obras de arte autónomas. Para su mejor comprensión, el profesor madrileño, Dr. Jean Roger Riviére, de paso por Buenos Aires, ha escrito una breve y penetrante introducción, siendo este estudio el primero que se edita sobre el tema en idioma español.




